-Una bolsa con cierre zip.
-Pintura de color azul y amarillo.
-Cola, silicona o cinta adhesiva.
Primero llenaremos la bolsa con dos grandes manchas de pintura azul y amarilla, teniendo cuidado de que no se mezclen.
A continuación, sellaremos la bolsa con cola o silicona; si fuera preciso reforzaríamos el cierre con una cinta adhesiva.
Y ya estará listo para que los peques juegen a acercar un color de pintura al otro con la punta de los dedos o con toda la mano. Experimentarán lo que sucede cuando los colores se unen y mezclan. ¡Descubrirán la magia de crear un nuevo color!
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